La situación de los trabajadores de la construcción de Japón en el contexto de los Juegos Olímpicos y Paraolímpicos de 2020

La situación de los trabajadores de la construcción de Japón en el contexto de los Juegos Olímpicos y Paraolímpicos de 2020

Las obras de construcción destinadas a los Juegos Olímpicos y Paraolímpicos, tales como estadios, instalaciones, hoteles, edificios comerciales, están en pleno apogeo en la zona de Tokio donde habrán de celebrarse dichos juegos dentro de dos años.

En este marco y recientemente, en julio de 2018, un sindicato de trabajadores de la construcción recibió una observación de parte de uno de sus afiliados, donde se informaba que «no se había instalado ningún aparato de aire acondicionado en la sala de reposo de los trabajadores.» Esta situación fue revelada por un trabajador que trabaja en las obras de un rascacielos en el centro de Tokio. El contratista principal de dichas obras no es otro sino el más importante contratista general de Japón.

En julio de cada año, generalmente las temperaturas superan los 30 grados Celsius en Tokio, lo que expone a los trabajadores al riesgo de deshidratación y apoplejía por calor. Así alertado, el sindicato procedió a negociar y exigir una solución de este problema ante la empresa principal y la agencia supervisora.

Otros accidentes ocupacionales también han ocurrido en las obras de construcción de las instalaciones para los Juegos Olímpicos. Por ejemplo, en las faenas del Estadio Nacional, que será la sede central de los JJOO, una persona que trabajaba en la empresa responsable de la gestión del avance de las obras de construcción se suicidó motivado por el exceso de trabajo. En otro caso, esta vez en las obras para la Villa de los Atletas, un trabajador dedicado a la conducción de grúas perdió la vida en un accidente al quedar atrapado entre grúas móviles. En ambos casos, el contratista principal es un renombrado contratista general, aunque las medidas de salud y seguridad ocupacional distan de ser adecuadas.

Cabe señalar que las condiciones laborales de los trabajadores de la construcción de Japón son muy malas. Según las cifras del Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar en 2016, el promedio salarial en este sector apenas llegaba al 76% del promedio global (la media para todas las actividades industriales ascendía a 5,49 millones de yen, es decir, unos 42.000 euros anuales, mientras que el promedio para la construcción era 4,17 millones de yen, unos 32.000 euros). Además, conviene tener presente que las jornadas laborales anualizadas superan el promedio en un 17% (1.783 horas de promedio en todos los sectores industriales combinados, frente a 2.012 horas en la construcción).

En estas circunstancias, se ha producido un descenso en el número de nuevos trabajadores en este sector industrial hasta rozar la mitad de la cifra registrada hace dos años. Actualmente, las estadísticas gubernamentales muestran que el número de trabajadores que se desempeñan en el rubro de la construcción asciende a 4,92 millones, pero las empresas constructoras autorizadas por el gobierno suman 470.000. La abrumadora mayoría de los empleadores en este sector son pequeñas y medianas empresas, que dan origen a una estructura de subcontratación de múltiples capas.

Ello da como resultado unas condiciones laborales pésimas y una tasa de sindicalización en este sector que no supera el 20%. Dado que los trabajadores están subdivididos en torno a pequeñas empresas, no es tarea fácil para los sindicatos el poder organizarlos y aparentemente ésta es la razón de los bajos salarios.

En la actualidad se observa que las organizaciones sindicales de los trabajadores de la construcción de Japón, incluida el área metropolitana, están registrando avances en el fortalecimiento de su organización con el objetivo de alcanzar algunas conquistas positivas. No está demás señalar que la política de contrataciones que ha sido estipulada por el Comité Olímpico establece claramente «unas condiciones laborales adecuadas» y que nosotros estamos envueltos en negociaciones y campañas de cara a los contratistas primarios que rehúsan regirse por las estipulaciones aludidas más arriba.

Las asociaciones de empresas constructoras, que están compuestas por grandes contratistas generales de Japón, reconocen que se producirá un déficit de mano de obra cualificada en el futuro. Al trasluz de las crisis, ellos afirman que es importante mejorar las condiciones laborales, en particular, aumentar los salarios y que los trabajadores cualificados deberían trabajar menos horas.

Por nuestra parte, estamos comprometidos en nuestras campañas y luchas a intensificar las negociaciones con los empleadores y a seguir planteando reivindicaciones ante las autoridades gubernamentales.

 

Kazuo FURUSAWA

Vicepresidente, UITBB-Asia Pacífico

Vicepresidente, Kokkoroso

(Federación Sindical de MLIT, JMA y Afiliados)